martes, 15 de noviembre de 2011

Un vistazo a la colonia independencia

La certeza de tener algo, nos crea una sensación de estar medianamente satisfechos, ya que el ser humano necesita tener o sentirse dueño de algo, como sentirse parte de algún algo, más sin embargo, estamos acostumbrados a vivir en posesión de cosas materiales por el consumismo que se ha desarrollado, sobre todo después de la revolución industrial, pero ahora ha rebasado cualquier nivel antes llegado.
Todo esto anterior lo digo porqué ayer 14 de noviembre sucedió algo poco común y que me dejo pensando mucho al respecto. Resulta que me desperté a eso del mediodía, con la intención de levantar mi cuarto ya que estaba hecho un verdadero cuchitril, prendí la luz y note que había algo extraño en ella, el foco estaba como chillando, pero no con un ruido chillón, sino con parpadeos tenues que de pronto alumbraban enérgicamente y después se desvanecían como si perdieran fuerza interna.
Escuche que en la parte de arriba de mí casa se escuchaban ruidos y algunas voces, subí a ver qué estaba pasando. Encontré que mi papá y mi tío estaban arreglando y pintando la zotehuela, les pregunte que si estaban haciendo algo a parte de ello y, me dijeron que no, que porqué lo preguntaba, les dije lo de los focos y los aparatos eléctricos (que también se estaban bajoneando junto con la luz), mi padre pregunto que si olía a quemado y respondí que no.
Baje de nuevo para terminar de hacer mi quehacer para posteriormente ir a sacar unos libros de la biblioteca central. Estaba tendiendo la cama de arriba de mi litera, cuando de pronto se escucharon unos ruidos espantosos acompañados de unas luces explosivas que provenían del foco que estaba a dos cabezas de la mía, el estruendo hizo que saltara de la litera tan rápido como pude, caí al suelo y mi gata me miraba con cara de no saber qué diablos estaba pasando y, maullaba como si me preguntara “que carajos debemos hacer”,pues lo primero que hice fue correr a apagar la luz para que dejara de reventarse el foco, salí al patio, le grite a mi jefe y le dije que bajara.
Cuando se asomó a ver que sucedía, note que estaba saliendo humo de la caja donde están los fusibles y le hice saber que estaba humeando y la situación anterior. Bajó las escaleras tan pronto como pudo y desactivo rápidamente el switch de la fuente de energía eléctrica de mi cuarto y, fue a revisar el de su casa; entramos por la cocina, el paso a ver en la sala y en su cuarto, y cuando entre tras él, percibí que la atmosfera estaba rara, y además de todo, había un olor penetrante a quemado. Como un can, seguí el rastro del olor y del humo denso, y cuando me acerque a donde me llevaban las pistas, que era directamente al refrigerador, vi como de la parte posterior brotaba un denso humo como si fuese chimenea, ¡no me jodas! Grité, y cuando asomé detrás de esté ¡Belga!, estaba repleto de llamas, ¡un montón de fuego estaba calcinando el refri y por poco mi cantón!. Le grite al jefe pa que topara qué onda, se acercó y me pidió desconectara la corriente eléctrica, lo hice, me acerque de nuevo para seguir de cerca la acción mientras mi padre trataba de contener a diestra y siniestra las flamas incandescentes, por suerte estas se desvanecieron casi de inmediato. Mira que si no me pongo a las vivas se quema mi casa.
En el transcurso de ese lapso de tiempo, salimos a la avenida para ver que estaba pasando y, mi sorpresa no sorpresa fue ver a nuestros queridos amigos de la CFE (Comisión Federal de Electricidad) estaban haciendo no sé qué cosa con los cables eléctricos de la luz. Me quede pensando, ¿Pues qué tanto están moviendo?, ya que no quería quedar sin luz por el resto de la tarde, y pasó, los muy incapaces dejaron sin luz una vez más a la colonia y digo una vez más porqué en la semana se supone habían ido a cambiar un cable eléctrico y, además de todo ya habían quemado el refri, no me quejo por el hecho del aparato, sino por el hecho de qué aparato: el lugar donde se conserva la comida y uno de los aparatos eléctricos que más se usan en las casas, digo eso a sabiendas del uso que tenemos los mexicanos con la tele.
En fin, pasé toda la tarde sin luz, fui a hacer mis cosas y cuando regrese esta aún no había llegado, sin embargo, había una larga fila con personas de la colonia reclamando con los de la CFE, no le tome demasiada importancia y entre a mi casa. Al poco tiempo regreso la luz y me sentí alegre por ello, pero justo cuando iba a prender la computadora, no prendía, fui al televisor y tampoco, prendí el X-Box y nada, la radio ni sus luces, del refrigerador no se hable, y el horno de microondas descompuesto, justo cuando estaba tratando de ver si mi querido aparato reproductor musical prendía, fue cuando hice todas las conjeturas de las personas afuera, todo tenía sentido, los muy idiotas de la CFE habían causado una descarga en toda la colonia y gracias a sus gracias, ahora he perdido mucho de eso que se mencionó al principio del texto, pero la cosa no es que me enoje el hecho de que se echen a perder mis cosas materiales, sino cómo y porqué estupidez sucedió, y lo peor, ¿acaso ellos pagaran los daños?, así como cuando uno sin querer daña algo de la vía pública y es obligado por el gobierno a pagarlo, ¿habrá esa misma forma de juzgar y la misma cucharada de medicamento?, yo se la respuesta, y es un no rotundo. Entonces ¿por qué carajo hacen eso los hijos de puta?, ¿por qué joden a los que estamos jodidos?.
Sólo es un paseo por mi colonia, no resalto sólo lo malo, sino lo que realmente me afecta, nótese que la palabra “afecta” lo tomó tanto como las cosas buenas que me suceden como las malas, pero en esta ocasión se excedieron los límites de lo grotesco, mira que en unos minutos te rompan lo que te tardaste en adquirir en años, duele.
Para finalizar quiero que se sepa que esto escrito no sólo lo lleve a cabo por que me quitaron la televisión, que “gracias a Dios” no es algo que me afecte ya que no soy devoto de su santidad “la caja tonta”, sino por que casualmente se realizara una venta masiva de tipo gringa en México y habrá descuentos ostentosos a crédito para poderse llevar mercancías de las grandes fábricas y monopolios del país, eso es lo que realmente me dejo pensando y a usted ¿Qué le dice esto?.

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