jueves, 22 de septiembre de 2011

El paraíso en esta esquina


Media noche en el Paraíso de Allen

Por Mariana Montiel

Paraíso. Cada quien tiene uno. El de Gil es un París lluvioso en donde los artistas de la Vanguardia: escritores, cineastas, pintores que tienen veladas desbordantes de genialidad. Nada que ver con la vida de Gil, ninguneado guionista de California, con un libro en proceso y poco apoyo de su hermosa pero superficial prometida, Inez.

Gil: intentando entrar a ese mundo lejano representado en su realidad por la aceptación de la comunidad intelectual de su libro pero en un mundo en donde parece que todos, incluyendo a su novia con todo su combo (familia y amigos) están contra él.

Una noche puede transformarlo todo. Quién sabe si por alcohol o ensueño los Fitzgerald llegan a su vida en un auto que los lleva de fiesta en fiesta a la media noche. Gil conoce a Hemingway, Dalí, Buñuel, Paul Cole, incluso logra que Gertrude Stein critique su libro.

Conoce a Adriana, joven amante de Picasso, quien lo cautiva profundamente y con quien vive parte fundamental de su paraíso. Casi imposible un paraíso sin afectos.

La puerta a las vanguardias llega cada noche a adentrarlo en su mundo ideal, mismo que al amanecer se convierte en un recuerdo que saca de quicio a Inez.
En un momento está dentro de dos realidades: la que es cruda pero “segura” y la paradisiaca pero inverosímil. ¿Perderse en los anhelos o afrontar la realidad?

La añoranza de un pasado que nunca se vivió es una clara característica de la época posmoderna. Gil admira la Vanguardia pero en la ahistoricidad, como una época mítica, icónica, en la que lo “retro” se presenta como una idealización de una “época pasada que fue mejor”, que tiene que ver con una idea de decadencia inspirada por el progreso como dogma.

No es consiente tampoco de lo que era vivir en la época anhelada, puesto que no la vivió, sólo se presenta como una idealización de un estado de vida. No es un recuerdo, no proviene de la experiencia propia, sino de una aspiración (curioso: una ilusión en el pasado. Pero ¿qué deseo más difícil de alcanzar que uno que no volverá?)

Así como Gil deseaba París en los 20, Adriana desea regresar a La Bella Época; sin embargo, en un lapso de regresión de ahí a Le Belle Époque, se muestra como Lautrec y sus contemporáneos anhelan estar en el Renacimiento. ¿En el Renacimiento habría quien deseara vivir en el Medievo o en la época Clásica Griega? Entonces, ¿existe la época dorada?

El deseo no cumplido es el motor de nuestra vida. El libro de Gil (o lo que se deja ver como tema principal: una tienda de recuerdos) es una proyección de sus deseos. Como la obra de cualquier autor, está directamente relacionada con su horizonte de vivencias y expectativas. ¿Es Media noche en París el paraíso de Allen?

La utopía, como catalizador de nuestros actos es lo que nos identifica con la cinta; genera esa sensación suave y cordial que la dota de un alma de cuento infantil, aunque no con el contenido de tal.

Ficha Técnica: Dirección Woody Allen. Dirección artística Jim Clay. Producción: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum, Jaume Roures. Guión Woody Allen. Fotografía Darius Khondji. Montaje Alisa Lepselter. Reparto Owen Wilson, Rachel McAdams, Kathy Bates. País: Estados Unidos, España. Año: 2011.


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