domingo, 23 de octubre de 2011

De la ciencia formal a la ciencia ficción



Corría el año de 1880 cuando el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli (1835-1920) al observar con su telescopio a Marte descubrió unas finísimas líneas rectas que le parecieron canales.

Tomando en cuenta el comportamiento de la naturaleza que no sigue patrones rectos, Schiaparelli propuso que esos canales debían ser de agua creados por los habitantes de dicho planeta. Así que se dedicó a dibujarlos y empezó a divulgar sus observaciones entre los científicos de esa época.

Entonces los hallazgos de los canales en Marte se hicieron públicos y la gente se empezó a preguntar más sobre aquella civilización a la que denominaron “Marcianos”.

Lo único que se sabía de ellos eran dos cosas: vivían en Marte y eran una población muy avanzada a causa de que sus construcciones podían ser visibles desde la Tierra.

Dado a que ese planeta es de colores rojizos (debido a sus componentes, que en esa época y todavía muchos años después se desconocía esa razón) se le asocio con la sangre y guerra. Por ejemplo, los romanos denominaron al Dios de la Guerra con el nombre de Marte por ser un planeta rojo.

Así que en la Tierra se empezaron a nacer distintas teorías sobre los Marcianos, la más frecuente era que ellos un día vendrían a conquistar nuestro planeta porque el nuestro aun contaba con agua y como el suyo ya estaba seco, destruido y acabado (probablemente por disputas entre sus mismos pobladores) pues era muy viable que ellos buscaran otro lugar donde vivir.

Fue creciendo tanto la paranoia de nuestra población que los escritores decidieron crear historias de ficción acerca de ataques “marcianicos” a la Tierra. Uno de ellos fue Herbert George Wells que en 1898 publicó una obra llamada “La Guerra de los Mundos” misma que en 1938 fue adaptada en un guión para la radio por Orson Wells que provocó una histeria colectiva en Nueva Jersey y Nueva York.

Gracias al adelanto tecnológico que se ha tenido en la creación y fabricación de telescopios y a la astrofotografía se pudieron tener nuevas imágenes más nítidas de Marte llegando a la conclusión de que los canales que había observado Schiaparelli no eran más que efectos ópticos causados por la falta de refracción de los telescopios de esa época.

Sin embargo, se sigue analizando a ese planeta con la finalidad de descubrir si es que alguna vez existió vida en ese lugar y estudios recientes de la NASA han informado que hay restos de un mar de agua salada, lo que puede significar la existencia de cualquier tipo de vida.

Ya respondida esa pregunta, lo único que nos queda responder es qué le pasó a la vida de Marte y cómo fue que se secó.

Por Jéssica Campos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ciudad de México

Ciudad de México
la noche